Friday, June 29, 2007

La Cathedrale

Entiendo perfectamente cómo Florentino Ariza pudo tener en sus brazos a todas las mujeres que pudieron quedar prendidas de su encanto de perro desvalido. Florentino Ariza pudo lamer las heridas de todas las mujeres que cayeron en sus brazos mientras su corazón se incineraba por el recuerdo de Fermina Daza. Es decir, que puede estar sudoroso el cuerpo, impregnado del olor del amante, mientras el alma suspira por otra persona.

Es algo que todos los hombres han sabido separar desde el principio de todos los tiempos: el amor carnal, la camaradería de una conquista bien ganada con una dama de su gusto, mientras su corazón sólo tiene una dueña. Conocer perfectamente al otro –nótese el género que utilizo- hace que una comprenda que así es como funciona el juego, que al final no tiene que ser un juego, sino un contrato con todos sus acápites bien estipulados, una obra bien montada, donde cada actor se ha metido en su rol íntegramente y sabe qué papel le toca jugar.


Y, ¿entonces? ¿Es un cierre de etapas más? ¿De nuevo hago uso de mi arraigada convicción de que todo en la vida son etapas? ¿Unas más cortas, más largas las otras? ¿Cuánto tiempo dura el amor y cuánto tiempo dura el pacto íntimo de seguir al lado de esa persona porque hemos construido demasiado? ¿Tenemos sólo un amor en la vida? O como dice un amado amigo, ¿Aparecen esporádicamente unos 10 amores inolvidables que nos hacen temblar de emoción, zarandeando nuestra existencia? ¿Y cuál es el mejor término: amante, amigo, novio, compañero, esposo, soul mate? ¿O cada uno de los 10 viene para denominarlo diferente?


“Amar es amar siempre, en tiempos de cólera o de calma...” ¿Se ama de una sola manera? Mi experiencia es muy breve, pero yo podría decir que cada vez se ama de manera diferente, pero –talvez lamentablemente- una mujer siempre ama, aunque esté odiando al mismo tiempo. Concluyo entonces, para poder hilar los dos primeros párrafos con mis divagaciones del tercero, que hay amores que son frenesí, que hay amores que son tortura china, que hay amores que son tardes de aguacero, que hay amores que son calor de hoguera, que hay amores que son arena en los ojos, que hay amores que son helado de pistacho, que hay amores que son vaivén de olas, que hay amores que son resaca, que hay amores que son música a todo volumen, que hay amores que son la brisa en el cuerpo húmedo, que hay amores que son taquicardia, que hay amores que son coca cola, que hay amores que son azules –como tu color favorito. Que hay amores que son verdes –como el mío. Pero, gracias a Dios, hay amores.


Florentino Ariza pudo tener en sus brazos a todas las mujeres porque las amó a todas, a todas con un sabor y una sensación diferente. Porque cada una era una etapa, cada una era o la cólera o la calma....


En La Cathedrale, de Auguste Rodin, se observan dos manos derechas con los dedos arqueados, simbolizando los grandes arcos de las catedrales. Se repiten en las manos el arco de las catedrales, la grandiosidad de una estructura que se lleva a lo más simple: unas manos. Unas manos que sin embargo nunca se entrelazan, dos manos evidentemente de dos individuos diferentes. A punto de, pero no se unen. Hay una esencia, un clima espiritual, como el que encontramos en las catedrales -la catedral es la manifestación del amor, pero a pesar de esto, ¡Las manos no se unen! ¿Pretende Rodin querer expresarnos la soledad de los seres humanos y ese deseo de unificación y fusión completa en el amor que nunca se realiza? ¿Tenemos que amar de muchas formas porque amando de una sola manera, amando a una sola mano no acabamos de entrelazarnos?

1 comment:

Unknown said...

Amiga, todo ese escrito es un completo "Tratado" sobre el amor. Creo que no hubo otra palabra que mas esfuerzos requiriera y mas dolores de cabeza causara a la Real Academia de la Lengua Española cuando intentaron configurar una definicion precisa de lo que es amar. Vaya, en la Biblia encontramos que "Dios es amor", entonces alrededor de El estan las respuestas. Venimos al Mundo a ejercer una mision de amor. Despues de todo, El sopló, el creó, el colocó la capacidad de amar (pasando por el enamorarse) precsisamente en ETAPAS y FACETAS. ¡Que el Amar conduzca a El!