Friday, September 21, 2007

El Mundo Frenético y el Frenesí

Se respira, se siente, se respira. La prisa, el estorbo de todas las cosas hasta las de uno mismo. La gente anda como loca. La gente se estira o se contrae o ambas cosas sin saber cuál de ellas quiere hacer. Todos quieren pasar primero, todos quieren rebasar, nadie quiere esperar. Nadie tiene tiempo. La exhaltación es permanente. Y a nosotros, a los que nos aquietamos, a los que cedemos el paso porque tenemos claro hacia dónde vamos y todos los vientos nos son favorables, nos miran con cara de espasmo, como si fuéramos unos tontos por esperar, por tener cortesía, por sonreir. Sobre todo lo último, que parece ser una bofetada dolorosa y sorpresiva. Mega sorpresiva porque nadie se la espera. Nadie espera ver al otro caminar como si hubiera un atisbo de felicidad asomándose por algún lado. La gente anda como loca. Es el mundo frenético en el frenesí.

3 comments:

Unknown said...
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Unknown said...

Amiga, ese es el verdadero mundo actual. Se vuelve más y más impersonal mientras más y más crece la población y las actividades se hacen más y más complejas y también más y más multidisciplinarias. Es hasta cómico ver cómo se mueve la gente en una calle de New York, o de Tokyo, o de... cualquier parte del mundo donde ya y desde hace tiempo se siente, se respira y se vive como un frenético sistema de vida la realidad de la cacareada superpoblación. La cantidad de gente es muchísimo más que lo que el planeta puede sostener para poder "administrar" adecuadamente y satisfacer las necesidades humanas. Los recursos se hacen cada vez más exigüos. Ese frenesí es la subsistencia económica, la subsistencia social, la subsistencia política. Todos queriendo sentirse insertados en el lado de las soluciones y las satisfacciones, en forma totalmente impersonal sin importarles el otro. A pesar del grandísimo avance tecnológico, se ha estado dejando de lado el mantener "humanizada" toda esa masa, activa o no, de seres humanos que corren desesperadamente sin importarles a quienes atropellan. La cortesía, la educación, la pausa, la compasión, y un largo etcétera, desaparecieron y le dieron paso al frenético frenesí. Lo describes magistralmente con tu observadora pluma de escritora en ciernes.
Me agrada tu sentido crítico y de observación sobre las cosas que ocurren y los seres que ocupamos esta pequeña mota que se mueve abiéndose paso en este rincón del cosmos.

Unknown said...

La otra cara de la moneda es también descrita por tí. Todavía existen personas "humanas" y condescendientes... que penoso es ver que se trata de una pequeñísima minoría, en comparación con los demás. Sigue perteneciendo a esa pequeñísima élite que representa la esperanza de una "posible resurrección de la humanización de la humanidad".